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lunes, 9 de mayo de 2011

Llegar a casa, impaciente, con la esperanza de que quizá haya vuelto. Abrir la puerta, y sentir su olor, la colonia de ''adidas'' que le regalé en su último cumpleaños. Ir corriendo por toda la casa en busca de él, con una sonrisa en la cara. Y en su lugar, encontrar una nota en la mesa del salón. ''He venido a por las cosas que me quedaban por recoger, espero no dejarme nada, adiós''. Y entonces caer rendida en el sofá, ''se ha ido'' piensas, ''se ha ido, y esta vez, para siempre''. Bueno, al menos a tenido la delicadeza de llevarse todas sus cosas, aunque... Sube corriendo al dormitorio, y la encuentra, en la mesilla, una foto de ellos dos cuando estuvieron en París, la mira y sonríe. Lo único que le queda después de siete años de relación, una simple foto. Entonces se tumba en la cama, una lágrima atraviesa su rostro, al igual que un millón de recuerdos atraviesan su memoria. 
(MP)

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