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domingo, 10 de abril de 2011

Tu eras en mi corazón como una partitura musical. Con sus pentagramas, sus notas, sus negras, sus blancas, sus semicorcheas, sus silencios, sus espacios. Pero cuando te fuiste, se fue borrando todo. Fueron desapareciendo los pentagramas, fueron desapareciendo las notas, las negras, las blancas, las semicorcheas, fueron desapareciendo los silencios y los espacios y al final solo se podía ver un trocito de pentagrama con una nota. Esa nota era una redonda, un MI. Entonces decidí centrarme en esa nota, centrarme en mí. 
(MP)

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