Olvídate de mí.

-¡Mírame! Mírame a los ojos y dime que nunca me has querido, dime que me odias, dime que soy lo peor que te ha pasado en la vida, pero mírame a los ojos.

+¿Por qué haces esto?

-¿Qué por qué hago esto? Porque estoy harta de que no tengas lo que hay que tener para decirme las cosas. Asique mírame a los ojos de una puta vez y dilo…

+¡Que no!

-Ni siquiera eres capaz de decirme las cosas a la cara, eres un cobarde. Pues yo si te voy a decir algo a ti, te quiero, me he enamorado de ti como una imbécil y no te imaginas cuanto me arrepiento. No quiero volver a verte. Olvídate de mí. 

(MP)