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sábado, 26 de febrero de 2011

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Vives algo bonito, maravilloso, las tres mejores horas de tu vida. En ese momento estás feliz, te es indiferente lo que ocurra después, pero al cabo de los días, las cosas empeoran, esas tres felices horas se multiplican en miles de horas de sufrimientos, y entonces piensas que no te compensan esas tres horas, y lo pasas mal. Con el paso del tiempo probablemente lo acabas superando. Lo malo es el recuerdo que te queda de esa noche, ese doloroso recuerdo siempre estará ahí...
(MP)

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