Y es entonces cuando ocurre. Por la noche, cuando cruzas la puerta de tu habitación para irte a dormir. Aunque, en realidad sabes que no vas a hacerlo, gracias a ese puto sentimiento de culpa. Hace meses que todo pasó, y llevas meses fingiendo que todo va bien. Pero aún recuerdas aquel día... Has olvidado tantas cosas, ¿por qué no puedo olvidar esta? piensas. Y es entonces cuando ocurre, en tu habitación, al finalizar el día, es cuando la impotencia de no poder volver atrás en el tiempo, se hace dueña de tu mente, y te impide conciliar el sueño.
(MP)
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